Las cabinas telefónicas son, desde hace algún tiempo ya, elementos de mobiliario urbano en desuso. El teléfono (uno en cada pueblo o barrio) pasó de ser un elemento público a ser un dispositivo privado, de uno en cada casa a uno en cada bolsillo.
Dentro del acuerdo de colaboración entre la Escuela de Arte y Superior de Diseño IDarte y el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, en colaboración con el departamento de Espacio Público y Barrios, y Telefónica queremos rescatar una serie de cabinas de aquellas que se pretendía retirar.
En su día, las cabinas adquirían un estatus simbólico como punto de referencia y encuentro, gracias a su función (poder llamar por teléfono). Desprovistas de su función utilitaria, queremos que sigan manteniendo su presencia simbólica como punto de referencia en el espacio urbano.
IDarte ha planteado la intervención como un reto para su alumnado de las enseñanzas artísticas superiores de Grado. En él tomará parte todo el alumnado del primer curso de Diseño Gráfico y de Diseño de Interiores, lo que supone una participación de un centenar de alumnas y alumnos y una docena de profesoras y profesores.
Además de las propias intervenciones, el alumnado elaborará maquetas a escala y un pequeño folleto con el recorrido. Es un reto que nace en el espacio urbano, entra en la escuela y vuelve a salir a la calle
Las intervenciones se plantean de manera que conformen un itinerario coherente desde el punto de vista conceptual, formal y gráfico. De ahí que hayamos apostado por los elementos más sencillos cuando hablamos de diseño: elementos de línea negra sobre fondo blanco.
En las colaboraciones entre IDarte y las instituciones, éstas asumen el riesgo que supone trabajar con una escuela como la nuestra, puesto que siempre va a asomar el carácter experimental de los proyectos. En el caso de la intervención sobre las cabinas, el resultado es experimental y lúdico. Lúdico en el sentido de que, desde la abstracción, hay un intento de apelar a la memoria individual. Quienes conocieron las cabinas con su uso original puede que también recuerden los entramados de hilos telefónicos. Las personas más familiarizadas con la Historia del Arte verán algún guiño a Mondrian. Y quizá las líneas puedan recordar a alguien los juegos infantiles en la calle.
Desde IDarte queremos agradecer al ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y al área de Espacio Público y Barrios esta oportunidad. Esperamos que las cabinas intervenidas sean una respuesta a “¿dónde quedamos?”